Tras su independencia Brasil fue un imperio durante siete décadas, y este legado imperial se puede observar mejor que en ningún otro lugar en Petrópolis, la legendaria Ciudad de las Hortensias. Aquí el glorioso pasado cobra vida en las opulentas residencias, las plazas y las calles llenas de flores que evocan los viejos tiempos. El centro histórico rezuma la suntuosidad y sofisticación del periodo imperial y el poder y optimismo del periodo republicano. Este aire nostálgico se ve realzado por la naturaleza virgen de los verdes valles y las onduladas colinas que rodean la ciudad.
Contempla el famoso Palacio de Cristal, construido para acoger exhibiciones agrícolas e industriales, además de fiestas y banquetes. No te pierdas la catedral de San Pedro de Alcántara, de estilo neogótico, y el Museo Imperial, ubicado en lo que era el palacio de veraneo de Don Pedro II, el segundo y último emperador. Admira la gran belleza de Petrópolis en estos edificios tan emblemáticos.
Petrópolis era el lugar de veraneo preferido por las clases nobles en el siglo XIX y por ello es una ciudad de grandes mansiones, como el Palacio Río Negro y el Palacio Amarillo. También destacan residencias más modestas pero igualmente significativas, como la del pionero aviador Santos Dumont. Explora las animadas calles o pasea por los canales rodeados de árboles mientras admiras la gloria a menudo desdibujada de la ciudad. La Avenida Koeller es quizás la calle más impresionante de toda la ciudad, llena de mansiones y con la catedral como punto destacado. Petrópolis está a poco más de una hora en coche de Río de Janeiro y el viaje, atravesando paisajes exuberantes, te ofrece un punto de vista revelador sobre la vida en el Brasil más rural.
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Ubicación
Punto de encuentro:
Hotel pickup
Punto de retorno: Mismo que el punto de partida
Horario
Días de apertura
09:30 - 15:30
Duración: 6 Horas
Servicios de guía
Tipo de guía: Guía