Desembarque en Kusadasi desde su crucero y viaje hacia atrás en el tiempo con esta visita a la antigua ciudad de Éfeso. Es la ciudad romana mejor conservada de la región oriental del Mediterráneo, y el gran atractivo turístico de Turquía después de Estambul, pero el yacimiento arqueológico de Éfeso no es el único motivo para visitar esta región.
Éfeso fue en sus orígenes una antigua ciudad griega en Asia Menor, cerca de la desembocadura del río Menderes, al sur de Esmirna (Izmir). Era una de las principales ciudades jónicas y se convirtió en el gran puerto de la región. Su riqueza era proverbial. La ciudad griega estaba cerca de un antiguo centro de adoración a una diosa nativa de la naturaleza, que fue comparada con la diosa griega Artemisa, y alrededor del año 550 antes de Cristo se construyó un templo colosal.
Situado en la cima del monte Bulbul, a unos 9 kilómetros de Éfeso, el santuario de la Virgen María goza de una atmósfera maravillosa oculta en la naturaleza. Es el lugar en el que pudo haber vivido sus últimos días la Virgen María. Es posible que hubiese llegado a la región con San Juan, que pasó varios años en la zona propagando el cristianismo. María prefirió este lugar apartado antes que vivir en una ciudad concurrida. La casa de la Virgen María tiene la típica arquitectura romana y está hecha totalmente de piedra. En el siglo IV se construyó una iglesia uniendo su casa y su tumba.
Punto de encuentro: Recogida en el puerto y viaje de vuelta al puerto. La visita dura cuatro horas.