Este lugar, ubicado en una casa de campo del siglo XIX rodeada de colinas, olivares y de las aldeas medievales de la campiña toscana, goza de una ubicación verdaderamente encantadora. El centro de Florencia está a 15 km y la estación de tren más cercana está a solo cinco minutos en coche. Situado a lo largo del arroyo Rimaggio, el hotel cuenta con hermosos jardines y dos espléndidas piscinas donde relajarse y refrescarse en los días de verano. Originalmente construido en el año 1800, el edificio ha conservado algunas de sus características originales, como los suelos de terracota y los techos con vigas de madera. Los huéspedes querrán despertarse pronto para no perderse el delicioso desayuno bufé y también podrán disfrutar del almuerzo y la cena en su restaurante, que sirve platos internacionales, gastronomía italiana y cocina tradicional toscana utilizando ingredientes locales.
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