En el nombre de este hotel se refleja su espíritu. Situado a un minuto a pie de las blancas arenas de la pintoresca bahía de Jimbaran, desea acoger a todo viajero que pretenda convertir su estancia en Bali en una experiencia única. No en vano es una de las pocas playas balinesas que forma parte de un pueblo de pescadores, donde podemos contemplar la vida diaria de una comunidad local sin sentirnos atrapados en el típico conglomerado turístico. Sus 17 habitaciones encaradas a una preciosa piscina de piedra oscura, tienen todos los requisitos para disfrutar de una estancia inolvidable, donde la frescura del diseño combina la tradición de los materiales nobles indonesios con las necesidades estéticas del siglo XXI. Y para rematar la sensación idilica, las 17 se abren a una terraza excepcional donde leer, a la sombra del atardecer, tanto un libro como las últimas noticias recibidas a través de su wi-fi gratuito. Los más playeros podrán admirar la incomparable puesta de sol en las hamacas que tiene a su disposición el hotel en la playa, mientras los de inquietudes culinarias degustarán una selección de platos indonesios sabrosisimos, además de la cocina internacional. Lo que sin embargo prevalecerá en la memoria del huésped será el exquisito trato ofrecido. La calidez que proyecta. La serenidad, desde el cántico de los pájaros recibiendo el día hasta la música, avanzada y a la vez sensible, durante el desayuno. The Open House está pensado por personas que han viajado mucho, y que siempre habían soñado conseguir el tipo de establecimiento del cual jamás desearían marcharse.
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