Este hotel está situado en el oeste de Irlanda, en una ciudad rebosante de vida, energía y vitalidad. Desde el momento en que el huésped ponga un pie en el establecimiento, sabrá que ha llegado a un lugar único y especial. Este alojamiento de lujo no solo evoca el antiguo glamour de Hollywood, sino que también ofrece una ubicación maravillosa cerca de la romántica costa de Galway. La oscura e íntima zona de recepción marca la pauta, con paredes de cristal negro que sirven de marco a un tanque de caballitos de mar criados en Connemara y una pared detrás del mostrador del conserje diseñada por Philip Treacy. Cubierta de escayola blanca veneciana como una concha de mar, esta zona da una idea de las sorpresas que están por venir. Las zonas públicas de la planta baja se extienden sobre 18.000 m² y constan de 3 salones temáticos con un estilo individualizado y un restaurante, unidos estos espacios por un pasillo con moqueta frambuesa. Da la impresión de ir por una casa de muñecas particularmente glamurosa, con entradas doradas que enmarcan el paso a cada habitación. Es un hotel urbano de 101 habitaciones, con aire acondicionado, vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas, caja fuerte, servicio de cambio de divisas, guardarropa, ascensor, bar y restaurante donde relajarse y tomar un refresco, instalaciones para conferencias y conexión a Internet WiFi para las estancias de negocios, así como servicio de habitaciones y de lavandería, aparcamiento y garaje.
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