Este cautivador e histórico hotel está situado en el centro de la preciosa localidad cántabra de Santillana del Mar. Rodeado por verdes valles, está a solo 2 kilómetros de las cuevas de Altamira, famosas por sus pinturas rupestres policromadas que datan del Paleolítico Superior. Es ideal para familias y está decorado con muebles antiguos para crear un ambiente cómodo, acogedor y exclusivo. Tiene una fachada de piedra y madera que se adapta perfectamente a su entorno sin renunciar ni un ápice a la comodidad. Todas las habitaciones cuentan con cuarto de baño con ducha y bañera donde darse un relajante baño tras un largo día. Además tienen grandes ventanales por las que entra muchísima luz a la vez que ofrecen hermosas vistas de la vegetación de los alrededores.
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