El hotel es un edificio antiguo rehabilitado a partir de unas cuadras y pabellones de una casa solariega aragonesa, conservando todos los elementos constructivos y decorativos de la época, adaptándolos a su nueva función. Todas las habitaciones tienen nombres de fincas rústicas propiedad del predio familiar desde el siglo XVI. Consta de diez habitaciones dobles con baño completo, una junior suite y dos suites con zona de estar con chimenea y baño completo con jacuzzi. El hotel cuenta con un restaurante, biblioteca, un salón con chimenea y un salón-bar, además de unos jardines y una zona de aparcamiento propio. Anexo al hotel hay un restaurante y una carpa fija para realización de todo tipo de eventos.
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