Esta gran casa, que data de 1839, ofrece cómodas habitaciones decoradas en colores cálidos y con las mejores comodidades. Los huéspedes que lleguen en sus vehículos privados pueden dejarlos en el aparcamiento o en el garaje y utilizar el servicio de alquiler de bicicletas para explorar la zona como un verdadero local. Las personas que viajan por negocios podrán utilizar la sala de conferencias y la conexión WLAN a Internet. Los turistas pueden disfrutar del espectacular paseo de 15 minutos a lo largo del canal de Brujas que les llevará hasta la Basílica de la Santa Sangre y la torre del campanario. Para visitar la famosa plaza Grote Markt o el centro de la ciudad, los huéspedes solo tendrán que prepararse para un corto paseo de 10 minutos. El bar del hotel es el lugar perfecto para probar la excelente cerveza belga y el restaurante es perfecto para degustar exquisitos platos.
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