La Cocumella es el hotel más antiguo de la península sorrentina. Siempre con un maravilloso jardín que se extiende hasta el mar, desde 1637 fue residencia de los padres jesuitas y desde 1777 primero posada y luego hotel. En 1978 comenzó la hábil restauración del arquitecto Nino del Papa, que lo transformó en la encantadora "isla en la península" de hoy. El antiguo claustro con la iglesia, las refinadas habitaciones, el silencioso jardín, la espectacular terraza, las sugestivas grutas que descienden hacia el mar han acogido a lo largo de los siglos a los más ilustres viajeros del Grand Tour -desde Goethe a Mary Shelley, pasando por Hans Christian Andersen o Sigmund Freud- y aún hoy conservan belleza y preciosos testimonios de la historia y el arte de todos los tiempos. El ambiente de la antigua residencia jesuita, sus interiores discretos y tranquilos se funden con el estilo mediterráneo y los estándares de la hospitalidad contemporánea, garantizando una estancia única.
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