Este hotel, situado en el casco antiguo de Tallin, ofrece vistas espectaculares al mar por un lado y al histórico edificio de las Tres Hermanas por el otro. La plaza del mercado, donde se celebran varios festivales a lo largo del año y que siempre cuenta con pequeños puestos que venden productos típicos estonios, se encuentra a solo cinco minutos andando y tanto la estación de tren como el puerto de ferris se hallan a 15 minutos a pie. En las inmediaciones hay numerosos bares y restaurantes. El edificio en que se encuentra el hotel data de 1362 y fue reformado en 2012. Este hotel, cuyo diseño tiene grandes influencias medievales, cuenta con instalaciones modernas en medio de un ambiente histórico, lo que le permite conservar su encanto a la vez que ofrece una experiencia más personalizada.
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