la situación, esta cerca de la playa, y los balcones, no todos, dan con vista al mar, la vista muy buena
Pues todo, empecemos por la habitación, la cama te la hacían de cualquier manera,como la paja en el establo,barrer de cualquier manera, ya sabemos que era muy barato, pero al menos mantenerlo, la cama con un colchón de los que te hundes hasta la habitación de abajo.
El desayuno: panecillos del tiempo de la guerra, y si sobraban del sábado, te los ponían el domingo, el azúcar para el café, en un bol, con una cuchara, que utilizaba todo el mundo, sucia de otros cafés, y la volvían a poner dentro del azúcar, y cruasanes recalentados, mas duros que el leño, a la leche,le ponían agua para tener mas, osea el desayuno un desastre, había clientes que se traían el desayuno de la calle.
La comida: otra de lo mismo, llegamos a cenar el viernes, tenemos un niño de 10 años, había macarrones con tomate, vale esta bien, pero el sábado para comer volvían a estar los macarrones con tomate, luego para la cena seguían estando los macarrones, y como no, en la comida del domingo, seguían estando los dichosos macarrones, pues bueno, igual que con los macarrones, paso con los 2 o 3 platos que habían, me recordaba el tiempo de la mili que siempre comías lo mismo, con los postres igual, melón y sandia, o, sandia y melón, ni un triste pastelillo.
La bebida estaba bien de precio, y la nevera cerrada con candado, bueno eso no se ve ni en el tercer mundo.
Las servilletas de papel, pero contadas, me parece que calculaban la gente que había, y ponían, las justas, los manteles de plástico, como el que tenia mi abuela en la mesa camilla, pegajosos,y sucios, no se si los limpiaban después de comer, la luz la mínima, te costaba ver bien, los platos me pareció ver que los lavaban a mano.
El bar cerrado no podías tomarte ni un café con leche, tenias que salir a la cafetería del paseo para poder hacerlo.
El agua de la piscina sucia, que si te bañabas tendríamos que desinfectarte por si acaso.
En recepción, 1 persona y gracias, que a la hora de las comidas hacia de maitre, y si no una chica del este que no entendía nada.
Íbamos un poco con miedo, por que llamamos al teléfono del hotel, y decía que ese teléfono no existía, llamamos al Ayuntamiento, y me dieron el mismo numero, y llame a la oficina de turismo y me dijeron que el teléfono no tenían cortado, que ya se lo cortaron en verano, como veréis, no es de mucho fiar.
Bueno nosotros vamos bastante de hotel de 3 estrellas y no pedimos lujos, pero tampoco lo que nos ha pasado en este, ya se que el precio era regalado, pero al menos, un poco de gusto y consideración con los clientes.