Reza en la montaña sagrada de Cataluña y observa la legendaria Virgen Negra de Montserrat. Esta excursión guiada de día completo es más que una experiencia religiosa, es una aventura que culminará con una visita a un pueblecito pesquero. Podrás disfrutar de unas vistas impresionantes, ver formaciones rocosas sorprendentes e incluso escuchar a uno de los coros más angelicales conocidos por Dios.
Montserrat ha sido lugar de peregrinación desde que unos niños pastores vieron una luz salir de una cueva en el año 880. Cuando exploraron su procedencia, encontraron una estatua de Nuestra Señora. Resultó ser demasiado pesada para moverla, por lo que el obispo local declaró que la Virgen quería quedarse allí. Desde entonces, la estatua ha sido venerada y se cree que se ha vuelto negra gracias a siglos de humo de las velas. Con los años, el complejo se ha ido ampliando y ahora es el monasterio benedictino más grande de España, todo ello rodeado de formaciones rocosas sorprendentes.
Disfruta de una visita panorámica guiada por el exterior del monasterio, pasea por los patios y claustros antes de entrar en la basílica para rendir homenaje a la Virgen. La basílica en sí es un espectáculo para la vista y es famosa por las voces angelicales del coro infantil (que libra en julio), además acoge una de las escuelas musicales más antiguas de Europa. Es verdaderamente conmovedor.
Para terminar visitamos Roc Sant Gaietà, una pueblecito que aúna lo mejor de la arquitectura con patios y calles de estilo gótico, románico y mediterráneo. Respira el aire fresco y admira las vistas de postal durante tu tiempo libre antes de volver a Salou.
Idiomas
Holandés, francés, alemán y español.
Instrucciones para canjear el bono
Tipo de bono: Impreso
Bono impreso. Imprime y lleva el bono para disfrutar de la actividad.
Ubicación
Punto de encuentro:
Hotel pickup
Punto de retorno: Mismo que el punto de partida
Horario
Días de apertura
08:00 - 20:00
Duración: 12 Horas
Servicios de guía
Tipo de guía: Guía
Requisitos
Debe ir vestido de forma conservadora para acceder a las iglesias, con las rodillas y los hombros cubiertos.