Cuando se habla de Mallorca siempre suele pensarse en esa Mallorca de verano, bulliciosa, repleta de gente, con una animada vida nocturna y excesos. Pero este destino es mucho más, ofrece más de lo que muchas personas pueden imaginar, como por ejemplo sus fantásticos entornos naturales como la Sierra de Tramuntana.
Sierra de Tramuntana, un auténtico tesoro para todo el mundo
La UNESCO declaró a la Sierra de Tramuntana como Patrimonio de la Humanidad, dejando patente la gran riqueza natural y paisajística con la que cuenta. Nos encontraremos una naturaleza jalonada de entornos de gran belleza y salpicada de pequeñas localidades que convertirán a cualquier escapada en una verdadera experiencia y en una forma diferente de conocer este destino.
En la Sierra de Tramuntana nos encontraremos con 19 municipios que podremos ir conociendo a cada paso, disfrutando de su historia, cultura, tradiciones, de la hospitalidad de sus gentes o de los platos más deliciosos de su recetario.
Es completamente opuesto a lo que podemos encontrarnos en la zona sur y este de la isla. Lo que por allí es un trasiego sin fin de viajeros de todo el mundo, aquí es calma, tranquilidad y una forma diferente de conocer, vivir y saborear Mallorca.
Una formidable forma de conocer esta zona es seguir la Ruta de la Sierra, la cual va desde Andratx y donde recorreremos pueblos como Valldemosa, Estellencs, Lluc, Sóller, Pollença o Fornalutx entre muchos otros.
La sierra no es solo interior sino también zona de costa, una costa abrupta repleta de calas y acantilados. Muchas de estas zonas no son de fácil acceso, pero eso las convierte en algo más tentador para visitar, sobre todo porque la recompensa del esfuerzo son unas preciosas vistas o una pequeña cala a la que apenas va nadie.
Los increíbles paisajes de la Sierra de Tramontana
Uno de los grandes atractivos de este lugar es el precioso entorno natural que rodea a esta sierra, creando paisajes sobrecogedores, altos acantilados y calas vírgenes que nunca dejan indiferente a nadie, sobre todo cuando el monte y el Mediterráneo se dan la mano.
Aunque se pueden hacer infinidad de rutas a pie, haciendo senderismo, también se pueden realizar en bicicleta o incluso a caballo, convirtiendo a esta experiencia en algo verdaderamente úncio.
Una interesante propuesta es visitar la red de torres, atalayas y castillos de vigilancia costera. Se trata de una red de construcciones construida para la defensa de los ataques de piratas, corsarios y berberiscos.
Además de poder disfrutar de la naturaleza en estado puro, aquellas personas creyentes podrán vivir una experiencia única con el Santuario del Lluc, en medio de un frondoso bosque que se ha convertido en un lugar de peregrinación.
No importa a qué parte de la Sierra de Tramuntana se quiera ir, es un destino muy especial que rebosa naturaleza por sus cuatro costados y regala enormes experiencias a quien se anime a vivirla en primera persona, algo que dejará un excelente sabor de boca, sobre todo si no se quiere vivir el bullicio de la Mallorca que todos conocemos.