Toledo es un destino que resulta impresionante se mire por donde se mire. La también conocida como Ciudad de las tres culturas es un ejemplo de la importancia que ha tenido este enclave en la historia, por donde han pasado cristianos, musulmanes y judíos, dejando su imprenta y un legado arquitectónico, cultural y tradicional que pervive en nuestros días.
¿Qué podemos ver en nuestra visita a Toledo?
Sin duda, uno de los mejores lugares por donde podemos empezar cualquier visita a la ciudad es desde su impresionante casco antiguo, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dejando patente la gran importancia que tiene y su estupendo nivel de conservación.
En el propio casco antiguo podemos visitar la catedral de Santa María de Toledo, edificada entre los años 1226 y 1493. Se la conoce popularmente como Catedral Primada de España y es una de las referencias arquitectónicas de la ciudad, sobre todo por su impresionante torre gótica de 92 metros de altura. Lo mejor es adquirir la entrada completa para poder visitar prácticamente todas sus dependencias, merece la pena.
El Alcázar de Toledo es otra de las construcciones más destacadas de este destino. Fue edificado a mediados del siglo XVI bajo la orden de Carlos V. Su apariencia puede resultar tosca, pero es otra de las joyas de la ciudad.
Lo mismo podemos decir del monasterio de San Juan de los Reyes, construcción completada en el año 1504 por petición de los Reyes Católicos y puede presumir de ser uno de los ejemplos mejor conservados del gótico isabelino. Al igual que en la catedral, hay que pagar por visitarlo pero también merece mucho la pena.
Otras construcciones de interés son la mezquita del Cristo de la Luz, que se remonta al año 999, la Puerta de Bisagra, la Sinagoga del Tránsito y los puentes de Alcántara y San Martín entre otros.
Otros rincones de interés
Como ciudad sorprendente que es, Toledo esconde muchas otras propuestas para todos los viajeros, con rincones tan especiales como pueden ser las Bóvedas Romanas de Nuncio Viejo, los Baños de Tenerías, las Termas Romanas, los Salones Islámicos o los restos romanos de Alfonso X.
No se puede dejar de pasear por Toledo sin conocer sus plazas como las de Santa Teresa de Jesús, Santa Clara, Santa Isabel, la del Pozo Amargo o la del Barrio Nuevo entre otras. En estos rincones se puede ver el día a día de esta preciosa e interesante ciudad.
No hay que olvidarse de rincones como el Archivo Municipal o aquellos dedicados a la cultura como el Museo del Greco, el Museo Sefardí o el Museo Catedralicio.
Para finalizar, si queréis una formidable panorámica de la ciudad, no hay mejor lugar que ir hasta el Mirador del Valle, desde donde tendréis unas vistas increíbles del skyline de este destino, sobre todo si os coincide con una puesta de sol.