España es un país que cuenta con miles de kilómetros de costas y donde se pueden encontrar infinidad de playas, algunas más grandes que otras, playas urbanas, pequeñas calas, playas de cantos rodados o auténticas playas paradisíacas. ¿Conoces las que te harán sentir en el paraíso?
Playa de Ses Illetes, Formentera
Es una playa que puede presumir de tener unas aguas prístinas en las que se puede ver el fondo incluso a muchos metros de la costa. Su arena de color claro es otra de las características más especiales de esta playa de apenas 500 metros.
Es ideal para ir con niños dado que el agua no cubre mucho, de hecho, a unos 50 metros de la orilla cubre poco más de metro y medio. Su acceso en coche es fácil, aunque se puede llegar a pie dando un bonito paseo.
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Cala Salada, Ibiza
Cala Salada es una playa que encontraremos en Ibiza y aunque no es tan grande como la anterior (unos 100 metros de largo por 10 de ancho), es realmente recomendable.
Es un entrante de mar encajonado entre acantilados, con una arena fina y aguas cristalinas y muy calmadas. El entorno está rodeado de vegetación, creando un escenario verdaderamente precioso. Para disfrutar de ella hay que llegar a primera hora o a última de la tarde para ver la puesta de sol.
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Playa de Aiguablava, Girona
En plena Costa Brava, exactamente en el término municipal de Begur, se encuentra esta pequeña cala de aguas tranquilas y cristalinas. Es un entorno tranquilo gracias a la protección del monte Rodó y no es precisamente una cala grande. Cuenta con unos 75 metros de longitud y 25 de ancho.
Está enclavada en un entorno rodeado de vegetación y unas formidables vistas al Cabo de Begur. Aunque sea pequeña, encontraremos diferentes servicios para hacer que nuestra escapada sea lo más confortable posible.
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Playa del Silencio, Asturias
Aunque las playas del norte de España no tengan fama de ser tan paradisíacas como las que hemos conocido, sí pueden presumir de estar en un entorno envidiable. En el término municipal de Cudillero se encuentra esta playa, la cual no es muy concurrida y siempre sorprende a todos los que la visitan.
Una de las razones por las que tiene poca afluencia es que no está cerca de ningún núcleo urbano importante y porque para acceder a ella, el último tramo hay que hacerlo a pie. Eso ha hecho que la playa se conserve en un estado excepcional en sus más de 500 metros de longitud, a pesar de ser bastante estrecha y poca arena. Tranquilidad y discreción en estado puro.
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Caló des Moro, Mallorca
En Mallorca se encuentra esta cala tan conocida y tan pequeña, con apenas 50 metros de largo y 15 de ancho. Está encajonada entre paredes verticales rocosas donde hay un gran número de pinos. Presume de aguas claras, ideales para darse un chapuzón o para bucear.
Solamente se puede acceder a ella si se hace el último tramo a pie, de unos 400 metros, pero a pesar de ello, es muy concurrida. Para evitar aglomeraciones, lo recomendable es ir o temprano o en un día laboral.