El río Sena, la torre Eiffel, la iglesia del Sacré-Coeur, la catedral de Notre Dame, el museo del Louvre, … Lugares tan manidos y visitados que casi resultan tópicos para cualquier turista que llega a París. La ciudad de la luz -otro concepto utilizado hasta la saciedad- es todo eso, pero también mucho más.
Hay un París menos conocido, a un paso de todos esos monumentos. Desde aquí os recomendamos una ruta en diez pasos por la capital francesa a la sombra de los reclamos más populares.
1. Paseo por Montmartre un poco menos turístico. Al norte, en el distrito 18 de París, se encuentra el mirador con las vistas más impresionantes de la ciudad. El de Montmartre (metro Anvers o Château Rouge), a los pies de la iglesia del Sacré-Coeur, lugar de músicos, vendedores de baratijas y, sobre todo, de turistas. Pero es sólo la punta del iceberg de un barrio que, entre cuestas y escalinatas, esconde bellos rincones y sorpresas.
En la parte de atrás del templo, en la Rue du Chevalier-de-la-Barre, se encuentra la escalera a las estrellas, mucho menos conocida que los cinematográficos escalones de Montmartre, pero más sorprendente. Entre los adoquines que bordean la escalera se alojan pequeñas bombillas que, cuando anochece, reproducen las constelaciones del cielo del 1 de enero al 1 de julio.
También son muy recomendables los parques, calles y villas de la residencial Avenue Junot, en el corazón del monte de Montmartre. Una pintoresca y agradable zona donde lo mejor es dejarse llevar y perderse entre vegetación y escaleras, comenzando por la estación de metro Lamarck-Caulaincourt, la más profunda del metro parisino.
2. La chimenea de la torre Eiffel. Nuestro recorrido sigue por el distrito 7, junto al símbolo más conocido de la ciudad. La sombra de la torre Eiffel sobre París es tan alargada que resta protagonismo a muchos otros monumentos de la ciudad que bien merecen una parada. Muy pocas personas, incluidos los parisinos, se han fijado en que la descomunal torre tiene una chimenea. Cerca del pilar oeste, escondida entre arbustos y junto a un pequeño lago con patos, se construyó en la misma época de la torre y estaba unida a la antigua sala de máquinas.
3. A unos pasos de la torre Eiffel, caminando por el Champ de Mars, el visitante se topará con el Monumento de los Derechos del Hombre , una construcción francmasónica inspirada en el antiguo Egipto, con cierto halo de misterio, que sirvió para conmemorar el bicentenario de la Revolución Francesa.
4. Todavía en el distrito 7, aunque después de una buena caminata, el viajero encontrará una pagoda japonesa que contiene un cinema. La construcción del Cinema La Pagode (Rue de Babylone. Metro Saint-François-Xavier), de finales del siglo XIX, se inspiró en el santuario japonés Toshogu de Nikko. En 1931 se transformó en cine.
5. A la vista de cualquier observador que se precie se encuentra el reloj solar más grande del mundo . En pleno distrito 8, en la Place de la Concorde, números romanos situados por el suelo de toda la plaza desvelan la función práctica del obelisco que atrae la atención del visitante desde el otro lado de los Champ Elysees. El obelisco fue construido para la entrada del templo egipcio de Luxor, pero en 1831 acabó siendo un regalo de Egipto a Francia.
6. Las fronteras del París del XVIII. Un paseo de diez minutos a pie hacia el norte del distrito 8 nos lleva hasta la Rue de Laborde, donde una placa firmada por Luis XV sitúa el límite de edificación del París de 1729.
7. La pirámide del Parc Monceau. No muy lejos de las antiguas fronteras, una misteriosa pirámide de piedra con dos cabezas egipcias se esconde en las profundidades del Parc Monceau. Se trata de otra huella de la masonería que simboliza la inmortalidad.
8. En dirección al Arco del Triunfo, el viandante encontrará la Rue Daru (metro Ternes) y la Catedral Ortodoxa Alexandre-Nevski, un lugar con mucho encanto donde se casó Picasso con la bailarina rusa Olga Koklova.
9. Restos de Egipto. Como ha quedado claro en nuestra visita, todo París está repleto de rasgos egipcios. Pero esto queda aún más claro en el Passage du Caire, inspirado en el Gran Bazar de El Cairo.
10. Y hablar de París es hablar de bordels. En pocas ciudades como en esta quedan tantos vestigios de la época de auge de la prostitución. Hasta 1946, año en que los prostíbulos parisinos fueron cerrados por decreto, había en París 195 burdeles de los que hoy tan sólo quedan restos, como los de la Rue Blondel, la Rue de Provence o la de Chabanais.
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Fuente: http://elviajero.elpais.com/articulo/viajero/Paris/sombra/grandes/monumentos/elpepusoc/20081021elpepuvia_1/Tes