Nuestro viaje a Guardamar de Segura

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Publicado el 26 enero, 2011 por bookaris

Guardamar de Segura

Dunas, Museo de la Sal en Santa Pola, Elche y Orihuela.

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En el mes de noviembre, junto a unos amigos, decidimos consultar a Bookaris.com, donde podíamos irnos unos días. En total éramos 24 personas, entre adultos y niños. No queríamos irnos muy lejos, tener la opción de visitar algo que les pudiera interesar a los niños, y tener la opción de poder descansar también un poco. Una vez más su consejo fue muy acertado. Nos recomendaron el Hotel Campomar en Guardamar de Segura (Alicante). Era noviembre y nos consiguieron un muy buen precio con la opción “todo incluido”; la cual , especialmente los niños, disfrutaron a tope (eso de poder ir a por coca colas, refrescos, aperitivos sin tener que pedirnos  dinero…les encantaba).

El hotel está, para mi gusto, muy bien situado: primera línea de playa, una playa de dunas, zona protegida, un paisaje casi salvaje (hace unos años sería mucho más salvaje). Algunos aprovechamos las mañanas para darnos unos buenos paseos a lo largo de ella (de un lado Torrevieja, del otro Santa Pola). Está en una zona residencial, que en esa época del año estaba prácticamente vacía, pero el Hotel dispone de todo lo necesario. Incluso hay una parada de autobús hacia Santa Pola.
Las habitaciones están muy bien, reformadas, con vistas al mar, el cuarto de baño nuevecito, y todo lo necesario para hacer la estancia muy agradable.
El restaurante es servicio buffet, es muy grande y con vistas a la piscina. La comida buena y variada en todos los servicios.
En noviembre había animación para los niños durante el fin de semana, y el resto de los días había actividades para los adultos.

Tiene una amplia terraza al lado de la cafetería, y un salón para juegos, ping pong etc.
Hay una bonita piscina (de la que obviamente no pudimos disfrutar), con un parque infantil, acceso directo a la playa y lo que si disfrutaron los niños fue de la piscina climatizada (dispone también de una pequeña sauna)
En resumen, en cuanto al hotel, relación calidad precio muy buena.

Todas las mañanas las aprovechamos para hacer alguna visita a los alrededores. Por las tardes descansábamos en el hotel, y como decían los peques “a disfrutar del hotel, que para eso lo habíamos pagado”

La primera mañana nos acercamos a ver el museo de la sal en Santa Pola

VISITA BALSAS DEL MUSEO DE LA SAL

Se inicia con la visita al Museo de la Sal, haciendo un recorrido por el antiguo molino, la sal y su explotación. El itinerario continúa por un camino alrededor de tres balsas, antiguas albercas salineras, donde podemos observar flamencos, garcetas comunes, gaviotas,  patiamarillas, cigüeñuelas, etc.MUSEO DE LA SAL. Tel. 966 693 546. (Lunes cerrado)

Os lo aconsejo, es algo distinto e interesante. Afortunadamente era una mañana soleada, y nos dejaron unos prismáticos para poder ver las aves más de cerca (los niños estaban encantados). También nos aconsejaron una ruta cercana para hacer senderismo entre las dunas y paralelos al mar. Un paisaje  “exclusivo”.

Otra mañana la pasamos en Elche (Elx): “El Palmeral de Europa”.
La UNESCO reconoció su valor al declararlo Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
Visitamos la oficina de turismo, que está en el parque Municipal, donde fueron muy amables.

Vimos un audio visual sobre la ciudad, dimos un paseo en tren (como auténticos turistas) por el parque municipal y un poco por la ciudad (mientras oíamos un audio explicativo). Hicimos un descansito para que los niños subieran a los columpios, que algunos aprovechamos para acercarnos a visitar la Basílica de Santa Maria (donde los ilicitanos  representan el auto sacramental medieval más antiguo: “El Misterí d`Elx”. Drama cantado de origen medieval, proclamado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2001  ) y también nos acercamos al ayuntamiento, y regresamos pasando al lado del río Vinalopó.
Nos quedaron muchas cosas por visitar en esta bonita ciudad, lo cual obliga a hacer una próxima visita. Se podría ir al Río Safari, a la pista de hielo, o de compras por las fábricas de calzado.

Y la otra mañana nos acercamos a Orihuela, la ciudad del poeta; de Miguel Hernández, del cual el año pasado se celebró el centenario de su nacimiento.

Si queréis el goce de visión tan grata
que la mente a creerlo terca se resista;
si queréis en una blonda catarata
de color y luces anegar la vista;
si queréis en ámbitos tan maravillosos
como en los que en sueños la alta mente yerra
revolar, en estos versos milagrosos,
contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra.
Miguel Hernández

Quedamos con una guía local, que nos proporcionó la oficina de turismo, y nos hizo la visita del colegio de Santo Domingo. Yo ya había estado otras veces en esta monumental ciudad; conocía la Catedral, el Museo de Salzillo, el palacio de Rubalcava, La Iglesia de Santa Justa y Rufina etc. Pero debo decir que Santo Domingo me dejó un grato recuerdo y me impresionó su iglesia. Terminamos visitando la casa museo de Miguel Hernández. Los niños habían trabajado en el colegio sobre el poeta y su poesía, a él dedicaron la semana cultural, con lo cual esta visita les gustó. Quiero mencionar, para quien no lo sepa, que se organiza una senda a pie, dedicada al poeta, desde Orihuela hasta Alicante. Durante tres días se recorren, andando, los lugares mas relacionados con la vida y obra del poeta Miguel Hernández. La inscripción, comidas y alojamiento son gratuitos. Se inicia la actividad por la mañana en la Casa-Museo de Miguel Hernández en Orihuela,  y finaliza  sobre en Alicante ante la tumba del poeta. Creo que suele hacerse en el mes de Abril, pero hay que consultar e inscribirse antes.

Infórmate aqui sobre la actividad.

Nos quedaron muchas cosas por ver, Orihuela bien merece una próxima visita. Y antes de regresar a casita comimos en la capital oriolana, cerca del colegio de Santo Domingo, y del parking; en el mesón El Rocío, donde nos atendieron y trataron estupendamente, y donde comimos de maravilla; todo muy casero (hasta el arroz con leche), de calidad y con muy buen precio.

Debo mencionar que en Santa Pola nos acercamos a pasear y jugar en un parque muy grande que hay, del que ahora no recuerdo el nombre, y a ver la desembocadiura del río Segura, que al caera la tarde es muy bonito.

Y esta fue nuestra escapadita a la costa sur de Alicante, conociendo algunos de sus rincones más bonitos, disfrutando de playas de dunas, de ciudades de palmeras, y del legado del poeta.

Todos recordamos estos días, y los niños cuando salíamos del hotel de regreso, ya preguntaban “donde íbamos  a ir el próximo año”.  Así que ya tienen trabajo los de Bookaris para encontrarnos otro destino y otro hotel.
Tanto si vais con niños como si no, os aconsejamos una escapadita a Guardamar de Segura y sus alrededores.

María y su grupo de amigos

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