Castilla y León es la comunidad autónoma que más provincias reúne, por eso es muy conocida. Y es que, ¿quién no ha oído hablar nunca de alguna de sus provincias?; León, Burgos, Salamanca, Palencia, Zamora, Soria, Segovia, Valladolid o Ávila. Estas ciudades presentan una cultura muy característica y diferenciada.
Pero en cada una de estas provincias podemos encontrar algunas ciudades mucho más pequeñas que no son tan conocidas, pero son bellezas dignas de ver y admirar. Por eso, si este verano te vas a dejar caer por Castilla y León, te recomendamos que te acerques a visitar algunos de estos pequeños rincones.
1. Frías (Burgos)
Frías es un pueblo muy pequeño, por lo tanto, visitarlo no nos llevará mucho tiempo, pero sí que podremos ver muchas cosas inesperadas. Perderse por sus calles es como viajar en el tiempo hasta un pasado donde los caballeros luchaban con sus espadas. Frías está situada sobre un cerro y a sus pies corre el río Ebro. Por supuesto, que lo más atractivo para ver es el Castillo de los Duques de Frías, pero hay varias cosas igual de interesantes. Por ejemplo, su puente romano y medieval, el Monasterio de Oña (situado a muy pocos kilómetros de Frías), sus iglesias y el Parque Natural de Montes de Obarenes- San Zadornil ( dónde se encuentra Frías y las pedanías que lo rodean).
2. Peñafiel (Valladolid)
Este municipio de poco más de 5.000 habitantes, se encuentra situado a 56 km de Valladolid. Peñafiel es un lugar que admiran todos los amantes del buen vino, porque este pueblo tiene una larga tradición en lo que ha elaborar vino se refiere. Podréis ver sus bodegas subterráneas situadas en las faldas del castillo, algunas tienen más de 2 kilómetros de galerías, y 6 siglos de antigüedad. Estas bodegas son una joya que los peñafielenses guardan con ahínco. Si visitas este pueblo, no puedes irte sin subir a su castillo; sin cruzar el río Duero a través de los puentes de piedra; ni sin descansar en la plaza del Coso.
De entre los actos que componen sus fiestas populares, hay que resaltar, “La Bajada del Ángel”, declarada fiesta de interés turístico nacional. Peñafiel es un pueblo que desprende historia por todos lados; sus conventos, las iglesias, las ermitas, su gran muralla, los palacios, sus torres, y el yacimiento histórico de Pintia. Pero además de todo esto, te encantará respirar la cultura de la zona y los valores que comparten sus habitantes.
3. Ponferrada (León)
Esta ciudad constituye una de las principales etapas del Camino de Santiago durante su paso por la provincia de León. Ponferrada es la segunda ciudad más grande de la provincia (70.000 habitantes). Esta ciudad leonesa es una mezcla de culturas, en ella conviven siglos de historia. Su casco histórico se mezcla con nuestra época actual y con las edificaciones más modernas. Cuenta con muchas calles empedradas y casas con miles de años de vida.
Ponferrada es rica en patrimonio cultural e histórico. Los lugares que nadie puede perderse son: El Castillo del Temple, se ha convertido en la fortaleza más emblemática de la orden del temple. Este castillo está cargado de símbolos impresionantes. La Basílica de la Virgen de la Encina, esta basílica data del siglo XII. La Torre del Reloj, ubicada sobre una de las puertas de la muralla medieval. Es típico hacerse una fotografía justo debajo de esta torre. También podréis encontrar muchos lugares que visitar, ¡Y qué seguro que os encantan a todos!, como el Monasterio de San Pedro de Montes, entre otros.
Una de las cosas más emocionantes que hay que hacer en Ponferrada, es cruzar su Puente de Hierro, construido para acortar el paso hacia Santiago de Compostela, y que tantos peregrinos han cruzado ya.
Su riqueza gastronómica va acorde con la de toda la comunidad de Castilla y León. Su plato más conocido es el Botillo de la zona del Bierzo ( producto cárnico elaborado con piezas troceadas que se originan del despiece de los cerdos. Son condimentadas, ahumadas y semicuradas) y sus carnes de caza.
Recomendamos a todos los que se vayan a dejar caer cerca de esta ciudad berciana, que se acerquen a visitarla y descubrirán cuál es la ciudad más templaria de España.
4. Ciudad Rodrigo (Salamanca)
Esta ciudad tiene mucho que contar porque nace en la edad de bronce, y desde entonces ha tenido una intensa vida. Este municipio ha sido influenciado por la cultura e historia portuguesa, la razón es que se encuentra a 25 km de su frontera. Ciudad Rodrigo ha sido escenario de grandes batallas y se ha visto salpicada por cruentos conflictos entre coronas reales. Como consecuencia de haber tenido una actividad tan intensa como ciudad, el patrimonio histórico que acumula es inmenso. A continuación te recomendaremos que ver en Ciudad Rodrigo. Y si te has quedado con ganas de saber más sobre su historia, te invitamos a que investigues, ¡Merece la pena!
Sus plazas, de diferentes estilos, entre las que encontramos; la Plaza del buen alcalde (es el lugar dónde establece el mercadillo de abastos de los martes), la Plaza mayor (el lugar predilecto para sentarse a descansar mientras respira la esencia principal de esta ciudad) y la Plaza del conde (rodeada por varios edificios emblemáticos de la ciudad).
Sus palacios guardan multitud de historias: el Palacio de los Águilas (es el más grande de todos, cuenta con jardines y patios en su interior), el Palacio de los Castro (su construcción comenzó en el año 1499, su estilo es de transición de gótico a plateresco), el Palacio de Moctezuma (situado en la plaza del Conde), el Palacio del Conde de Alba de Yeltes (levantado sobre otro palacio más antiguo y de estilo barroco), y el Palacio de la Marquesa Cartago (de estilo neogótico).
Pero este pueblo de casi 13.000 habitantes ofrece muchas cosas más, por ejemplo, la Catedral de Santa María (comparte los estilos románico y gótico), la Casa Consistorial (estilo renacentista del siglo XVI) y el Castillo de los Trastámara (esta fortaleza cuenta con una torre del homenaje en su interior que cuenta con 17 metros de lado).
5. Cuéllar (Segovia)
Este pequeño municipio de menos de 10.000 habitantes es el mayor de la provincia. Se encuentra a 60 km de Segovia y tiene varias combinaciones de autobuses para que te dejes caer por allí, tanto si vienes de Segovia, como si vienes de Valladolid. Es uno de los pueblos en los que más podrás exprimir tu visita. Además, puedes realizar visitas guiadas en todos los edificios emblemáticos.
Debido a su carácter de Villa Medieval y su amplio patrimonio, ha sido declarada conjunto histórico. Además los amantes de la historia y la arquitectura pueden sorprenderse en el centro de interpretación del arte Mudéjar. Uno de los edificios más representativos del Mudéjar castellano es la Iglesia de San Esteban.
Una de las cosas que tendrás la obligación de hacer si vas a Cuéllar, es recorrer sus murallas. Hay dos tramos, uno de ellos te proporciona unas vistas espectaculares del mar de Pinares. Esta muralla, que protege al castillo de los Duques de Alburquerque (cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XI), ha sido declarada monumento artístico nacional.
Una de las curiosidades que sólo se pueden encontrar en Cuéllar es la Iglesia de San Pedro. Esta iglesia de 1095 ha sido transformada en un bar, donde los cuellaranos van a divertirse y a desconectar, Quizá sea una de las cosas que más sorprenden a los turistas que visitan este municipio.
¿Sabes cuál es la fiesta popular que más turistas atrae a Cuéllar? Sus encierros de toros son la fiesta que seduce a los más valientes de todos los rincones de España. Estos encierros han sido declarados una fiesta popular de interés turístico nacional.
Si disfrutas de Cuéllar y se te hace corta la visita, siempre puedes dormir en una de las casas rurales que hay en alquiler.