Con ganas locas de disfrutar de unas mini vacaciones buscamos algo de acierto seguro.
Tres días en Granada harán que mi hijo, un quinceañero con afición a los videojuegos vea, que existen construcciones impresionantes en la realidad… y no sólo en ¡el Minecraft!
Llegamos a la ciudad y nos instalamos en el Hotel Reina Cristina, con su decoración antigua, ya que guarda la apariencia de lo que fue en su día la residencia del poeta Lorca, la Casa Rosales es inmejorable con su ubicación en pleno centro histórico en la calle Tablas, 4.
A destacar que tienen una cafetería en los bajos del hotel y puedes tomarte un estupendo desayuno por unos 5€ con café con leche, tostadas con tomate y zumo de naranja natural.
También hay que tener en cuenta que tienen un parking concertado no muy lejos del hotel por 18€ el día, y es una muy buena opción si no quieres marearte mucho buscando aparcamiento, porque por el centro es misión imposible.
Además me gustaría resaltar que aunque es un hotel antiguo, el precio estuvo genial y la limpieza, y la comodidad de los colchones y las almohadas y el silencio durante la noche, fue un plus. Todo perfecto.
Descuentos en el Hotel Reina Cristina de Granada
Después de tapear y confirmar que te ponen tapa hasta con el agua… fuimos a visitar la Basílica de San Juan de Dios, muestra del barroco granadino, que nos impresionó por su grandeza, tanto artística como humana, pues se erigió junto al hospital del mismo nombre que acogía allá por el 1730 a enfermos pobres.
Y tras esta visita nos dimos el capricho de todo turista que pasee por la Gran Vía de Colón, un buen helado en Los Italianos, mil sabores con mil opciones!
Para continuar la tarde contratamos un tour que nos mostró los rincones del centro histórico más representativos, empezamos por la Plaza del Ayuntamiento, continuamos por el Corral del Carbón que es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, nos contaron que era en sus tiempos un «hotel» donde los mercaderes que llegaban de otros puntos se alojaban junto con sus caballos y sus mercancías… muy curiosa la historia de este lugar, no os la podéis perder.
Seguimos la visita por el Zoco, una maravilla que te traslada a las ciudades árabes sin salir de aquí, y de allí a la Plaza de las Pasiegas donde se puede admirar la fachada de la catedral que es simplemente imponente, y eso que no siguieron con la idea original de alzar su torre hasta los 86 metros y se quedaron en ¡50 y tantos!.
Seguimos paseando hasta llegar a la Carrera del Darro conocida también por el «Paseo de los tristes», que también tiene su historia curiosa.
Para finalizar el día tapeando, os recomiendo Los Manueles si os gustan las croquetas, o mejor dicho croquetones.
Como no sólo de tapas vive un granadino, el domingo por la mañana lo pasamos en el Parque de las Ciencias, un lugar que te absorbe hacia el mundo científico desde el interior del cuerpo humano hasta el espacio, su museo es interactivo por lo que atrae la curiosidad de los más jóvenes. No os podéis perder el Biodomo dónde el contacto con la naturaleza está garantizado.
Tras descansar en el hotel, aprovechamos la tarde con visita cultural a la Capilla Real, donde descansan los Reyes Católicos, visita obligada junto con la Alhambra a la que le reservamos nuestro último día para conocer la joya de la ciudad, con sus jardines, su Alcazaba, el Generalife y sus magníficos Palacios Nazaries… declarada patrimonio de la humanidad desde 1984, os recomiendo hacer visita guiada y si os da tiempo no dejéis de ir a los museos del Palacio de Carlos V, son el broche perfecto para acabar el día.
Tres días intensos, en los que nos hemos sentido como en casa gracias al personal del hotel Reina Cristina… ¡al que seguro que volvemos!!