Casi 30 kilómetros de arenal virgen y protegido constituyen la Playa de Doñana, que conserva uno de los pocos sistemas de dunas móviles existentes en la Península. Mariscadores, pescadores y turistas ocupan en verano esta extensión cuyas únicas huellas humanas son las torres de vigilancia (del siglo XVI) y los ranchos de pescadores. En la cercana localidad de El Rocío, en pleno parque, el hotel Toruño (www.toruno.es), ofrece atardeceres sobre las marismas de Doñana y los acebuches desde 75 € por noche.
Otra de las más escondidas de España es la Playa de Gui- Gui, no muy lejos de Puerto de Mogán, en Gran Canaria. Se trata de una media luna a la que sólo se puede acceder en barco (se cogen en el puerto de Mogán), virgen y de arena oscura. Al bajar del barco se siente como si se hubiera llegado al planeta de los simios. A pocos kilómetros, el hotel Mogán Cordial Playa es un cuatro estrellas con un exclusivo spa situado a pie de playa. Su web tiene ofertas que parten de 55 €.
Quizás la menos secreta de nuestra selección sea la Playa de Rodas, de las Islas Cíes. Sobradamente conocida (y más desde que The Guardian la distinguiese como la mejor del mundo), es la única que garantiza la intimidad durante el verano, ya que sólo se permiten 200 visitantes diarios al parque natural que la acoge. Su paisaje casi caribeño y sus aguas transparentes son accesibles desde Baiona, Vigo o Candas con la Naviera Mar de Ons (www.mardeons.com) por 16,50 € ida y vuelta.
Fuente: http://www.revistaviajar.es