Tres amigas decidimos pasar un fin de semana de relax total, y queríamos un hotel con spa que no fuera muy caro, pero que tuviera todas las comodidades y a poder ser cerquita del mar.
Valoramos Cabo de Gata, Peñíscola, y algunos lugares más, pero suponían pasar más rato al volante de lo que estábamos dispuestas ese viernes al salir de trabajar. Además, estaban plagados de gente, y precisamente en esta ocasión queríamos todo lo contrario.
Mucho más cerca de lo que pensábamos conseguimos encontrar un hotel económico y muy bonito para una escapada de casi despedida del verano.
Nunca pensamos en Mazarrón, una localidad murciana a 70 km. de la
capital, pero buscando «hoteles con spa«, las fotos del Hotel Sensol **** nos encandilaron desde el primer momento.
El Hotel Sensol: tranquilo, moderno y confortable
El complejo, construido hace apenas un par de años está totalmente nuevo y decorado en un estilo moderno minimalista. De inspiración Feng Shui, sus distintos espacios y edificios se denominan Agua, Aire, Fuego, Metal y Tierra. La zona donde se ubica es un campo de golf, por lo que está retirado de la ciudad y asegura una tranquilidad absoluta.
Mientras realizábamos el check in, el personal de recepción, absolutamente encantador, nos invitó a tomar una copa de cava, indicándonos que el minibar de la habitación estaba incluido en el precio, todo un detalle para nosotras en los tiempos de crisis que corren.
Bien, pues a la entrada a nuestra habitación (habíamos reservado una triple), nos quedamos totalmente sorprendidas al ver que más bien se trataba de un mini apartamento para las 3.
Un salón con sofá, sillón, TV y zona de trabajo, una aseo con bañera semicircular, una espaciosa habitación doble, otra habitación auxiliar más modestita con la cama supletoria (mejorable…), un vestidor y una amplia terraza con tendedero, mesa y sillas, con vistas a la piscina.
A pesar de que el hotel estaba a un buen nivel de ocupación, sólo percibíamos la cantidad de huéspedes a la hora de las comidas, para lo que se tenía previsto un cómodo sistema de reserva de turnos.
La comida, muy buena y variada, y el sábado incluso pudimos cenar y tomar una copa al aire libre con música en directo, todo un lujo.
La enorme piscina exterior cuenta con zona de jacuzzi, cascadas, vegetación y un espacio bastante amplio de tumbonas. Una lástima que el bar de la piscina permaneciera cerrado…
La estrella del fin de semana: el spa
En la reserva de hotel con spa, contábamos un acceso a la zona diario, lo que nos permitió disfrutar a lo grande de la terapia acuática.
Las instalaciones del spa del Sensol son excelentes: jacuzzis con tumbonas, diferentes zonas de aguas, hidromasaje, pediluvio, sauna, baño turco, terma romana, duchas escocesas, cabina de hielo, zonas de relax, e incluso un relajante flotarium, con agua salada y cromoterapia.
Además, cuenta con un interesante programa de tratamientos y masajes. Nosotras nos decidimos por regalarnos un masaje Ayurveda, y fue una buena elección.
Los «peros» del Hotel Sensol
Sin duda, la falta de personal. Imaginamos que motivado por los recortes, el hotel ha reducido a la mínima expresión la plantilla. Esto hace que en determinados momentos, tomarte un refresco o cualquier cosa fuera del horario de las comidas sea misión imposible. Tampoco existe servicio de transporte de maletas, y como hemos comentado, el bar de la piscina no está operativo.
Otro factor que nos llamó la atención, fue que uno de los días había un horrible olor a fertilizante, suponemos que es lo habitual en zonas de campos de golf, pero era algo desagradable.
Sin embargo, el resto de factores positivos, y el precio baratísimo por el que conseguimos pasar un fin de semana de lujo y relax, hacen que este alojamiento sea un hotel bastante recomendable.
¿Te animas a pasar un fin de semana en un hotel con spa barato?
Imágenes | Bookaris