Desde este hotel boutique se puede llegar cómodamente a todos los monumentos y lugares de interés turístico de Santander. La Sala de Exposiciones y la Universidad Menéndez Pelayo están a 5 y 10 minutos andando respectivamente. Está además muy bien comunicado con el transporte público y la maravillosa playa de El Sardinero está a pocos pasos de la puerta principal. Esta pequeña joya se aloja en un palacio del siglo XIX cuidadosamente restaurado y decorado con buen gusto, prestando atención al más mínimo detalle. Contiene un clásico estilo donde se combinan una interesante selección de antigüedades, para cautivar a los huéspedes que buscan personalidad y distinción. La terraza es muy acogedora y ofrece unas fantásticas vistas a la bahía, por lo que se trata de un fantástico rincón para disfrutar de las bellas noches de verano.
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